Francisco Ferrer, director General de Pachá, ha pasado por los micrófonos de onda universitaria. «Todo el papeleo lo lleva el Ayuntamiento, ellos son los que se encargan de aprobarlos o no», ha dicho en relación a lo complicado que es obtener los permisos municipales para organizar fiestas de nochevieja. «Otro año nos vamos a quedar sin organizar la fiesta», ya que, según ha comentado, es tan complicado tener la licencia que es casi imposible. «Estamos muy fastidiados, esto nos afecta muchísimo económicamente». Esos permisos los piden con mucha antelación pero, según ha dicho, «no llega ese permiso hasta marzo o abril, es una vergüenza». Preguntado por los ingresos que suponen para ellos estas fiestas, ha dicho que «es casi el 50 por ciento, es una pérdida bastante considerable».