Las dos grandes estructuras de partido en Francia -Los Conservadores y el Partido Socialista- se han quedado sin representación en la segunda vuelta de las elecciones francesas, en las que Macron y Le Pen han sido los elegidos por los electores. El profesor de la UFV Guillermo Graiño cree que en este «es un caso típico del llamado frente republicano, en el que todos los candidatos piden el voto para frenar al Frente Nacional». Eso sí, asegura que los votantes no tienen por qué hacer caso a sus líderes.
Así, «probablemente, muchos de los votantes de Fillon, muchos católicos, pueden ir a parar a Le Pen». «Lo normal sería que Macron gane», asegura el experto, «lo que pasa es que, como estamos curados de espanto, sobre todo con lo ocurrido con el Brexit o con Trump, quizá estamos infravalorando la alergia que mucha gente le ha cogido a Macron», concluye. Sobre el perfil del líder liberal, Gariño cree que «combina las dos facetas, de izquierda en valores y de derecha en economía, que es lo contrario de lo que representa Marie Le Pen».
Finalmente, el profesor universitario cree que la edad del candidato, que apenas llega a los 39 años, «puede ser un problema, ya que Francia ha tenido siempre élites muy formadas, con una gran experiencia». Y aunque, asegura, «esto se vino abajo con Segolen Royal o Sarkozy, Macron es jovencísimo y no ha respondido tan bien ante los medios o en los debates como se esperaba». «Empieza a haber dudas de que Macron sea tan brillante como se vendía», concluía Graiño.