Este reto deportivo nace de un sueño personal: «es un milagro estar vivo y el sentido de la vida es cumplir los sueños», asegura Dean. Otra razón que ha buscado con su viaje es lanzar un mensaje de conservación de la naturaleza y el planeta tierra. Fueron 9 meses de preparativos para trazar un calendario provisional, elaborar una web, conseguir visados, vacunas y buscar patrocinadores: “di mis primeros pasos desde el kilómetro 0 en Madrid, siento que he estado toda la vida preparándome física y mentalmente para esta aventura, se me ha dado mejor de lo que pensaba, el planeta no es tan grande como preveía”.
Dean sostiene que una de las cosas buenas de hacer algo así es comprobar que la mayoría de la humanidad es buena: «la gente te abre las puertas y te ofrece ayuda, he podido atravesar ecosistemas muy diferentes y observar la riqueza del mundo, estuve en un atentado terrorista, y sufrí un atraco en Lima”. Actualmente, está recién llegado a España, centrado en la tarea de dar charlas, conferencias, y escribir un libro: «ya tengo nuevas aventuras en mente aunque dentro de varios años, como por ejemplo cruzar África». Ha andado por 4 continentes y ha usado 12 pares de zapatillas usadas hasta el final, en total 33.000 kilómetros a pie.
Dean sostiene que una de las cosas buenas de hacer algo así es comprobar que la mayoría de la humanidad es buena: «la gente te abre las puertas y te ofrece ayuda, he podido atravesar ecosistemas muy diferentes y observar la riqueza del mundo, estuve en un atentado terrorista, y sufrí un atraco en Lima”. Actualmente, está recién llegado a España, centrado en la tarea de dar charlas, conferencias, y escribir un libro: «ya tengo nuevas aventuras en mente aunque dentro de varios años, como por ejemplo cruzar África». Ha andado por 4 continentes y ha usado 12 pares de zapatillas usadas hasta el final, en total 33.000 kilómetros a pie.