Emocionada y entre lágrimas, Irma nos cuenta cómo ha vivido los años que pasó junto a Hermida como compañeros de profesión:
“Ha sido una experiencia maravillosa, no sólo era ‘siéntate y escucha’ sino ‘sígueme’, te permitía ser tú misma, como un buen padre que quiere darle lo mejor a una hija”.
Irma reconoce que hay cosas que le da pudor compartir pero destaca el ritmo que imprimía a la información al mirar a la cámara, sin estar asustado, haciendo más íntimo el espacio y proyectándose, manejando los silencios:
“Hermida llenaba los silencios de contenido, le daba tiempo para pensar, todo su cuerpo comunicaba, fue una revolución como comunicador y cuidaba mucho a su gente”.
Como futuros periodistas, recomienda a los alumnos de la UFV que tengan siempre una gran actitud y entrega en el periodismo, además de una buena preparación:
“El futuro es vuestro, el Periodismo se ama desde el minuto uno”.