Hace deporte de vez en cuando pero intenta correr con asiduidad: “participé para colaborar con la recogida de fondos para la asociación contra el cáncer de mama, me enteré por la revista Sportlife, la marea rosa ha sido una experiencia impresionante, es algo para vivirlo y estar ahí, es muy humano, ves mujeres con la cabeza tapada porque van durante el tratamiento de quimioterapia». Reconoce que no se la preparó y por ello se siente orgullosa de haber conseguido terminarla.