Los retos van apareciendo y continuamente trabajan con el entorno: “depende del momento de tu vida, podemos ayudar a cualquier persona que quiera empezar, en Madrid pasamos mucho por Azca, el centro, Vallecas…”. Para poder saltar esas alturas no hace falta permiso mientras no sea una zona privada: “se respeta el entorno y las leyes del sentido común de cada uno, hay que tomárselo con calma, los vídeos de Internet parecen inalcanzables pero parkour es sólo moverse gracias a la imaginación, el límite te lo pones tú, de esguinces y tendinitis no salimos”.