Se inclinó por Kathmandú después de ver un reportaje en televisión:
«Hay que ir con la mente muy abierta para sincronizarte, necesité una transición hasta vivir en la ONG donde hay cero comodidades, parece todo caótico desde fuera pero en el fondo existe organización en ese caos».
Comenta que la zona del terremoto está muy devastada y que está preocupada por los niños de su organización que tienen familia allí porque todavía no saben nada de ellos. Links de interés: http://psiquilibrium.com/, http://www.namasteong.org/