Es la causa más común de enanismo. Se relaciona en el 75% de los casos con mutaciones genéticas, consiste en una modificación al ADN causada por alteraciones en el receptor del factor de crecimiento, lo que genera anormalidades en la formación de cartílago. Carolina tiene 23 años y nos cuenta su experiencia en el Colegio Mayor UFV: “antes de llegar aquí, quizá por el desconocimiento, muchas veces me excluían y era motivo de burlas, es duro pero te vas haciendo con los años, también debe ser difícil para la familia, es necesario salir fuera y relacionarse, sin mis compañeras de colegio no hubiera podido ser la diva que ellas creen que soy, no puedes enclaustrarte, si tú te rechazas a ti mismo a la sociedad le importa poco tu problema, la cosa es no pagar con la gente lo que a ti te pasa”. Sobre la palabra “enano”, piensa que ha hecho mucho daño el espectáculo del bombero torero: “yo lucho día a día por tener una dignidad, esto te hace más fuerte, yo no me quedo en casa porque genera miedo e inseguridad, la lucha no es por una cuestión de belleza sino de pragmatismo para hacer algo tan fácil como abrir una puerta”. Explica que todo lo bien que le ha ido en la vida ha sido gracias a su familia y amigos y reconoce: “han hecho de mí la persona que soy”. También afirma que lo que le motiva es pensar que no le ha tocado lo peor: “he estado tanto tiempo en hospitales y he visto tantas cosas que de todo lo que me ha podido tocar es casi lo mejor, me han educado para vivir con ello, siempre he sido consciente de mis limitaciones y me he adaptado”, concluye.