El zika se relaciona en la actualidad con cierta alarma mundial, pero no es la primera vez que aparece sino que es su quinto brote: “hay que tenerlo en cuenta porque no es el fin del mundo”, sostiene Daniel. El zika es ARN, un material genético muy inestable que por sí mismo no puede reproducirse: “se está intentando eliminar los mosquitos pero el clima de los países tropicales lo hacen imposible”. Considera que existe un riesgo de cara a los JJOO de Brasil pero asegura que tiene una latencia de una semana y sólo produce altas fiebres o síntomas similares al denge, con reposo, paracetamol y agua sus efectos se eliminan. Los daños neuronales asociados no están confirmados: “es común vivir entre mosquitos y a mucha gente local no les afecta, tener una vacuna es complicado y se estiman 10 años para desarrollarla”. Vaticina que no vaya a ser pico de interés social cuando se den resultados aceptables.