Cuando empezó Comunicación Audiovisual no estaba entre sus planes el doblaje. Confiesa que su mayor reto es una chica de Disney Channel porque también dobla a su gemela y piensa que la técnica para doblar es lo que les permite diferenciarse: “no hace falta una voz bonita sino con personalidad, sin acento, es importante la dote de interpretación, saber llorar, reír”. Entre videojuegos, series o películas se queda con los largometrajes. Su experiencia con la saga Grey le hizo mucha ilusión y asegura que le puso mucho cariño: “es un trabajo muy bonito, por la mañana puedo hacer Big Bang y por la tarde Daeneris en Juego de Tronos, sólo hay que tener mucha paciencia porque empezar no es fácil, pero es cuestión de aprender la técnica y la rapidez”.