Raúl tiene buenas sensaciones con los cadetes de primer año en fútbol 11 a los que entrenan tres días a la semana más los partidos de los sábados de 80 minutos. Reconoce que los cambios de jugadores han conllevado críticas y gestos de desagrado o malas contestaciones: “lo suelo sancionar, los chavales tienen que aprender a perder, como en la vida misma, hay que educarles en valores”. Están los entrenadores que se han formado con titulación o padres que por afición se dedican a ello: “es importante tener conciencia de esta profesión”, asegura, “es complicado ascender, pasar la barrera de tercera a segunda B es muy complicado”. Se declara del Valencia C.F y piensa que cuando el equipo se hunde con alguna circunstancia hace falta remontar y volver a motivarse de nuevo.