Amalia ha vendido el segundo premio de la Lotería del Niño, pero es que hace dos años repartió el Gordo. Desde entonces la suerte no la ha abandonado y no ha dejado de repartir ilusiones entre sus vecinos que estos días brindan con ella agraciados por los bombos. Le preguntamos si ganar tanto dinero influye en la intención de voto hacia una línea más conservadora, como opinan algunos sociólogos, pero no cree que la lotería vaya unida a la política.