Actualmente, Daniel de la Rosa compatibiliza la dirección del departamento de Voluntariado y Acción Social de la UFV con labores de docencia. Este miércoles, Daniel pasó por los micrófonos de ‘Comunidad UFV’ con el objetivo de analizar uno de los proyectos más ambiciosos que se recuerdan en el departamento que actualmente dirige. Una idea que pretende unir a toda la comunidad educativa y del que han tomado las riendas Extensión Universitaria y Relaciones Institucionales junto al departamento de Voluntariado.
Una aspiración benéfica que pretende acabar con la sed en Etiopía gracias a la construcción de un total de ocho pozos en el país africano. De esos ocho pozos, la comunidad educativa de la UFV, ha propuesto a cada una de las seis facultades que componen la UFV que se hagan cargo de uno, otro para la comunidad PAS y otro para CETYS. Cada pozo cuesta 997€ y el dinero se recogerá en las huchas que tendrán los embajadores tanto de las facultades como de PAS y CETYS.
De la Rosa reconoció en ‘Comunidad UFV’ que no es un proyecto que nació en dos días y que conocían ya la situación desde hacia varios años: «Nosotros hemos estado yendo a Etiopía muchos años, pero esta iniciativa en concreto nace gracias a un antiguo alumno de Periodismo que tras ir de misiones y conocer la realidad de allí descubrió que tenía que hacer algo más. Se dio cuenta que para él con ir 20 ó 40 días era suficiente. Fue pidiendo euro a euro y cuando nos presentó el proyecto aprovechamos el 25 aniversario de la universidad para unir a toda la comunidad y favorecer a otra, concretamente la de Muke Turi. Esta es una de las zonas del mundo que más sed padece. Nos pusimos en marcha y tras muchos meses dándole vueltas, hemos conseguido que lo que empezó siendo un pozo ahora son ocho. Ojalá se consiga y podamos celebrar nuestro 25 aniversario dando un regalo a otra comunidad que se verá totalmente transformada», analizó.
Sobre ello, Daniel analizó la importancia que tienen los pozos en el día a día de estas comunidades africanas: «Es un cambio radical. Habitualmente tienen que recorre kilómetros para conseguir ese agua, los niños no van al colegio o el ganado se muere porque beben agua en mal estado. Agua tener tienen pero está en mal estado, en una cosas tan incomprensibles con las que nos sorprende la vida. Lo mejor es que el proceso para construir los pozos es muy sencillo, cavar un poco con un pico, utilizar unos cilindros y poco más. Algo tan sencillo, permite cambiar la vida de tanta gente y de tantas generaciones hasta el punto de que la vida de estos poblados cambiará para siempre», comentó.
Escucha aquí la entrevista a Daniel de la Rosa en ‘Comunidad UFV’: