Con motivo de la celebración del Miércoles de Ceniza, el Padre Justo, sacerdote y docente de la UFV, estuvo presente en la cuarta edición de ‘Comunidad UFV’ para entre otras cosas repasar las tradiciones más importantes de este día tan señalado para los católicos o las claves para poder cumplir con el ayuno y la abstinencia durante la Cuaresma.
Uno de los primeros temas tratados fue el significado de la imposición de la ceniza y del Miércoles de Ceniza: «Este gesto de la ceniza nos permite recordar lo que somos: «Eres polvo y al polvo volverás». Pero sobre todo, lo que quiere expresar es el inicio de la Cuaresma. En ciertas ocasiones, se enfoca este período del año como algo negativo y triste pero está claro que es todo lo contrario. La Cuaresma son esos 40 días que nos preparan para poder vivir en plenitud el misterio la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Y que nos permite entender que hay un Dios que te ama, que da la vida por ti y que lo más grande que te quiere decir es que seas feliz lo más cerca posible de él», comentó.
El Padre Justo también uno de los grandes debates en la sociedad de hoy que no es otro que el del sufrimiento cuando estamos en manos de alguien que nos quiere y que trata de conseguir nuestro bien: «Lo que muestra es la finitud del hombre. Somos seres limitados, pobres. En muchas ocasiones, queremos ser Dios y tenemos que reconocer que somos seres humanos pobres, limitados, frágiles, pero ahí está la grandeza de nuestra fe. El creer que Dios nos va a poder ayudar a superar nuestro sufrimiento, fragilidad, dolor, tu muerte. Él lo vivió y lo asumió y ahora ha venido a ayudarnos. A mí me gusta transmitir la alegría de la fe y hasta el momento me ha servido para ver siempre caras alegres entre alumnos y profesores porque creemos en la alegría, en la vida y la paz. Tener la firme creencia de que Dios nos ha puesto en el mundo para hacer algo que lo mejore, así que no podemos estar perdiendo el tiempo«, analizó.
Con motivo de la celebración del Día Mundial del Biscuit, el sacerdote y docente de la UFV echó la vista atrás para recordar qué merendaba durante su infancia: «Mi merienda de infancia era el bocadillo de nocilla preparado por mi madre que me lo hacía riquísimo. También me encantaban los bocadillos de jamón york. He de confesar que cuando viajo echo de menos los bocadillos de jamón serrano, de chorizo, al final con este tipo de cosas te das cuenta que qué bueno es disfrutar de las cosas buenas que te da la vida», concluyó.
Escucha aquí la entrevista al Padre Justo en ‘Comunidad UFV’: