Su interés por el arbitraje le viene de familia:
«Lo vivo en casa, mi abuelo, mi padre y mi hermano son también árbitros y yo tuve la suerte de pillar reestructuraciones que me subieron de tercera a primera división en sólo 3 años».
Afirma que es necesario estudiar los sistemas tácticos de los jugadores antes de salir al terreno de juego y considera que los árbitros son «los más maltratados por los medios», además lamenta que sean siempre los mismos jugadores los que presionen para condicionar sucesivas situaciones.