Entrena duro de lunes a sábado alrededor de tres horas diarias y evita perder la forma en verano sin dejar la rutina:
«Al ser un deporte individual hay que echarle más horas de entrenamiento, además competir no dura una hora sino una jornada, y cuando lo dejo varios días se echa en falta».
Su punto fuerte es la brazada de espalda y ha participado en los máximos campeonatos de España, afirma que «es una de las mejores experiencias de la natación». Ha pensado varias veces en dejarlo, sobre todo en Bachillerato, pero su familia, sus amigos y el entrenador le han convencido siempre de seguir adelante una vez que ha llegado tan lejos:
«El mayor sacrificio son las amistades y las fiestas que te pierdes, pero al final merece la pena».