Como portero le molestaría si le hicieran lo del polémico penalti indirecto del partido del Barcelona contra el Celta, piensa que es una genialidad más dentro del campo de fútbol. Califica de “futura juventud” que con 46 años se haya reencontrado con Sanchís, Butragueño y otras glorias: “es un premio”, comenta. Considera que el RM va por fases y que ahora es el turno de Zidanne: “al final tienes que congeniar y lo más cómodo es cambiar los aires con la parte técnica, no es mejor ni peor, parece que la gente se entona un poco mejor y como cualquier profesión hay que defenderla con una práctica anterior”. Augura al equipo un buen futuro por su calidad y constancia de juego: “como madridista espero que las cosas cambien y podamos ganar algún título”. No considera que esa vida de compaginar el fútbol profesional y los estudios sea fácil: “he estado hasta los 30 jugando, es el 30% de mi vida y dejar de hacer algo que ha sido lo único es duro pero el fútbol es así de corto”, concluye.