«Me puse a llorar cuando me dijeron que representaría a mi país»
Desde los 12 lleva entrenando más de ocho horas a la semana incluso 20 hasta convertirse en uno de los mejores sobre la pista de hielo. Empezó porque le gustaba el hockey y ha acabando recibiendo ofertas para irse a Canadá. De momento lo compagina en España con sus estudios de Comunicación Audiovisual y sueña ya con las Olimpiadas de Corea en 2018 donde espera figurar en el top ten. Algunas lesiones le han apartado de su pasión casi un año pero el patinaje le devuelve cada día la ilusión y las ganas de seguir adelante en este deporte profesional.