Contra el mito de que el golf es un deporte para clase alta en el que no se corre ni se salta como exigen otras disciplinas, Miguel explica que se pueden llegar a recorrer entre 7 y 8 kilómetros al día, además de la fuerza que conlleva el golpeo de la bola 200 metros y el movimiento de los palos.
Afirma que el «handicap» en golf es la desviación respecto del total, el permiso para fallar, por lo que cuanto más pequeño sea mejor jugador se es. Sobre el «caddy» aclara que no sólo es la persona que lleva los palos sino quien da confianza al jugador en el campo para afrontar el golpe, como un piloto en un rally. El golf se va popularizando, entre otras cosas, porque cada vez los materiales son más baratos, como declara el jugador profesional que entrena a nuestro compañero de Zona Mixta, Nacho Díaz: «siento que el golf vale para evadirse, para fomentar la coordinación, ayuda a la distracción».